En el área de la ciudad de Bizen se encuentra un precioso y original santuario llamado Takuraushi. Practicamente desconocido para la mayoría de turistas, el santuario es una joya escondida de fascinante originalidad. Merece la pena su visita durante tu estancia en Hattoji Villa.
El santuario alberga miles de esculturas de vacas hechas de arcilla y otros tipos de artesanía tradicional japonesa realizadas en talleres tradicionales cercanos al santuario. La cerámica Bizen está hecha de arcilla procedente de campos de la zona y no se ha coloreado. Esto quiere decir que esta arcilla tiene un color original muy valioso, haciendo que cada pieza sea única y exclusiva.
La arcilla se coloca en unos moldes tallados, mucho más grandes que la propia escultura, debido a la reducción de tamaño que tiene lugar durante el proceso de cocido.
Los devotos compran las vacas de arcilla en el taller, las llevan al santuario y las colocan al lado del resto de esculturas. Después de rezar o pedir un deseo, vuelven a coger la vaca (que puede ser la suya propia u otra) y la conservan hasta que sus plegarias se cumplan. Normalmente, en estas plegarias se pide buena salud, fortuna o buena suerte para ellos y sus familias. Una vez cumplidas éstas, la vaca es devuelta al santuario y a su vez se compra otra que se coloca junto a ésta como muestra de agradecimiento. Con este gesto se completa el ritual.
Este lugar es tan único, que necesitas ir a visitarlo durante tu estancia en Hattoji. Puedes llegar al santuario en coche, o a pie desde la estación Yoshinaga. Si tomas esta última opción, se tardan unos 30 minutos en llegar.